6 de junio de 2013

Mi hermano y yo

Un tema del cual creo que nunca he escrito es sobre la relación que llevo con mi hermano. Hoy, por algo que alguien me contó, decidí escribir esta entrada.
Cuando me preguntan: ¿Cómo te llevas con tu hermano? Podría responder muchas veces: bien, pero si respondiera con el corazón diría: somos como el agua y el aceite.
¿Suena triste? Tal vez, a veces a mi me lo parece. Que seamos muy diferentes no es malo, que a veces seamos como unos extraños, si. Compartimos muy pocas cosas juntos y tenemos en ocasiones opiniones negativas el uno del otro.
 ¿Por que llegamos hasta aquí? No lo sé. Creo que todo comenzó cuando eramos pequeños, yo deseaba un padre y el entendía a mi madre. Yo insistía en preguntar aun sabiendo que la lastimaba y el me reprochaba que yo le hacia daño a propósito. 
A veces conozco parejas de hermanos (hombre y mujer) que se llevan tan bien, tienen amigos en común, se van de fiesta, se emborrachan juntos, se cuentan hasta los mas íntimos secretos, se quieren mucho!! (no digo que mi hermano no me quiera o que yo no lo quiera a el, eso no, solo que nuestra relación es un poco diferente: no tan unida).
El es muy serio, y no se si el siga teniendo la misma opinión de mi, pero antes el pensaba que yo era muy egoísta: por tomar las decisiones que quería y por hacer lo que deseaba sin pensar mucho en los demás. No me voy a defender, cada quien pensará si eso es bueno o malo.  
El caso es que nunca construimos lo que otros hermanos tienen, por azares del destino o por las razones que sea. Mi Madre lo sabe y a veces nos ha preguntado: ¿Qué va a pasar cuando me muera? ¿Ya no se van a hablar?

Es un tema sensible para mi, pocas veces hablo o escribo de ello. Porque me duele, pero la verdad es que yo tampoco he hecho mucho por mejorar nuestra relación, ya no vivimos en la misma casa y tampoco somos unos niños. 
El otro día tuvimos visita en casa y una chica me pregunto si el del porta-retrato era mi hermano, le conteste que no, que ese es mi mejor amigo!. Me di cuenta inmediatamente, algo esta mal aquí. Bueno, así me sentí.

Y han pasado muchas cosas, como que yo ni siquiera pensara en que debía formar parte de la cena en la cual mi marido pidió mi mano a Mamá, o que el no pudiera venir a la boda (y que siempre tuve la impresión que si venia era solo porque Mamá no podía viajar sola). No se, son muchas cosas, ahora esta el problema de su boda, no es un problema! Nosotros felices de ir, todavía no nos habían invitado y ya teníamos apartada la fecha para viajar a México.  Pero el problema es hacer que todo coincida (porque en teoría nos queremos casar antes o después de ellos, por la iglesia).

En fin, claro que me gustaría que las cosas entre nosotros fueran diferentes, pero no lo son y creo que jamas lo serán. No se nace teniéndolo todo.

5 de junio de 2013

High Hopes

El domingo, dios mediante, manejaremos hacia Amsterdam para saber donde seguirá nuestro futuro. No se que pasara, pero cuando es para ti, es para ti. Fácil, ¿no? 
El día de ayer me marcaron desde Madrid para hacerme una entrevista por teléfono sorpresiva - cabe decir que siento que me fue muy mal, si! era en español, pero aquí el idioma no jugo el rol, sino mis nervios y la sorpresa de que me marcaran a mitad de la clase de alemán. Se que hubiera estado bien decir: ¿le puedo regresar la llamada en dos horas? Pero no lo hice. Y claro, creo que siempre en estas situaciones se tiene la impresión de que pudo haber salido mil veces mejor. Es una vacante hermosa, en Alemania, que es mi sueño por muchos motivos (maldita sea, ¿¿porque no le dije eso a mi entrevistadora??). Espero que no me hayan descalificado, y espero seguir a la siguiente fase, que es la entrevista en alemán. Bien me dijo mi marido ayer: es mejor comenzar a ensayar estas situaciones con un trabajo que no te importaría tanto obtener o no.
Tiene toda la razón, pero bueno, demasiado tarde. Vamos a ver que pasa, mandenme vibras positivas. 

El otro día me soñé con vestido de novia, y que el entrenador del Bayern me cargaba en brazos (como si fuera mi padre), creo que es porque siempre he pensado que el es tan sencillo y tan sensible. 
Anoche me soñé en un parto doble, había sangre pero no vi a los bebes. 
Mi esposo me dijo una vez por la mañana cuando le conté de mis sueños chiflados: "deberías dejar de leer a Murakami".

Tengo también unos dolores raros, en la espalda y en el pecho, vienen y van. Tengo que dejarme examinar.
Saludos mis queridos bloggers.