Lo que no te mata, hace que te duela el estomago! je perdu!
Hace dos navidades había perdido mi pasaporte de USA y fatal, hice todas mis compras en México, batalle mucho para encontrar los regalos (tan pero tan necesarios! jajaja) pero al final me había resignado a no pasar mas a nuestro vecino país yanqui, estuve pensando en que batallaría sacar una nueva visa pero ni modo, eso me pasaba por distraída y entonces llego la tan esperada noche del 24 de diciembre y me toco abrir el regalo que me dio mi mama, era una agenda 2005 ilustrada con puro Van Gogh (que casi lloro), una bufanda y una bolsa bien bonita, el punto es que todo mundo empezó a gritar: ¡Abre la bolsa! ¡Abre la bolsa! Y yo: ¿Pa’que? Y ya pues que la abro y venia un sobrecito rojo, en cuanto sentí la textura y dureza del objeto, voltee a ver a mi madre y le dije: ¿es lo que creo que es?, ella solo se reía al ver mi cara de felicidad extrema! Rompí la envoltura, pero de todos modos ya sabia que era mi pasaporte extraviado, jajajaja me emocione tanto de recuperar algo que de alguna manera si es importante para mi, que llore! (-.- ) Fue un momento familiar bien chistoso y emocionante que se conserva en foto y video.
El jueves pasado perdí mi celular, o mas bien lo deje en el Fontana’s Pizza y cuando me di cuenta la mañana siguiente ya era demasiado tarde, el modelo era un Sony Ericsson Z530i, azul con plateado, no tenia la mejor resolución fotográfica y ni sus bocinas eran tan buenas, pero tenia 25mb de espacio, una alarma que si me despertaba, videos significativos, mp3 que me encantaban, un sin fin de fotos narcisistas y también mi suerte, pues me lo había ganado en una rifa pro-graduación con solo 3 boletos de 10 pesos que le compre a mi hermano. Si se lo quedaron los meseros o la clientela que ocupo nuestra mesa ese día, ya no importa, pero que poca madre, quedarse con lo que no es de uno, ¿verdad?. Era un objeto, si, material y banal, pero tenia un valor sentimental especial (muy cursi pero muy cierto) estaría a todo dar abrir uno de mis regalos navideños y ver mi celular, recuperar es mejor que estrenar, por eso digo que es preferible regalar algo a lo que ya se le tiene afecto, pero se que no sucederá. Pues no creo que el gerente del Fontana hable a mi trabajo para decirme que uno de sus meseros acepto habérselo robado y me lo devuelvan. (A menos que haya visto uno de los comerciales de Televisa en pseudo pro-formación de valores donde una chica se encuentra un celular en el camión y decide regresarlo porque según ella, si no le contesta al dueño, de todos modos el timbre sonara en su cabeza!) Snif, Snif..