21 de mayo de 2013

Volver


Hace poco mas de un mes tuvimos oportunidad de regresar al lugar donde nos conocimos: Sevilla.
Con un montón de ganas y con el corazón lleno de nostalgia por regresar, empacamos nuestras maletas para pasar una semana maravillosa entre Sevilla y Barcelona.
Desde que termine mi medio año de intercambio en febrero del 2008, no había tenido oportunidad de regresar a mi amada Andalucía. Pensé que sentiría, si seria igual o fuera ella otra completamente distinta. No me defraudo.
Barcelona, que también ya había tenido la oportunidad de visitar en aquel entonces, fue nuestra primera parada: Plaza Cataluña, Las Ramblas, La Barceloneta, El Barrio Gótico, siempre tan viva, mas llena de turistas que antes (bueno, la ultima vez había estado en invierno). Pero linda, colorida, con ese ambiente que solo ella tiene.

Al día siguiente teníamos que tomar nuestro vuelo a Sevilla, para regresar de nuevo a Barcelona (no me pregunten porque, solo que así eran mas económicos los vuelos) y bueno, muy temprano llegamos a la capital andaluza, tomamos ese autobús que te lleva del aeropuerto al prado de san Sebastian, donde antes de llegar podías notar ese olor a flores en el ambiente. Lo amo!. Eran las 9 am, nuestro hostal estaría disponible a las 12, pero como estaba en el barrio de la Santa Cruz, decidimos caminar por Menendez y Pelayo y ver que nos deparaba el día.

Sobra decir que tomamos mil fotos, aprovechando que tenemos nuevo juguete fotográfico. Aquí vivía mi mejor amigo, aquí comimos varias veces, por aquí caminábamos para tal lugar, aquí hice esto, aquí viví aquello.
Era un recordar, pero también era un redescubrimiento, perderme por sus calles (que no soy la mas orientada del mundo), visitar nuevos lugares, sentarnos a la orilla del río  Platicar con los locales (y no entenderles nada!!!), comer gazpacho, tomar esas cañitas de 1 euro 20, ir a los Coloniales para deleitarnos con su cocina tan típica y tan económica. Subir a la Giralda (mi primera vez... no me regañen! y como la séptima vez de mi marido), ir a un mercadona solo por sus flans hacendado, subir a este nuevo monumento/edificio futurista de plaza encarnación que te permite tener una maravillosa vista de noche de todo el centro.
Y mi primera feria: pasarla en una caseta de sevillanos, donde fuimos invitados por una amiga de mi esposo y que nos atendieran de lo mas lindo, comiendo tapas y en ningún momento dejando la copa de rebujito vacía. Con un calor tremendo, riendo, bailando sevillanas (intentando) y que todo mundo se quejara de la Merkel con mi marido.
Una ciudad que se viste de feria, todas y todos guapísimos  elegantes; un buen traje no te cuesta menos de $300 euros. Y bueno, terminar el día de feria en un puesto comiendo churros con chocolate. Fue una nueva experiencia, que a mi no me había tocado vivir y me sentí muy contenta de poder experimentarla de esa manera. 
Caminando para todos lados, no perdimos la oportunidad de visitar la Alameda, tomarnos un tinto de verano y buscar la calle feria, esa calle donde estaba ese edificio y esa terraza donde alguna vez se ofreció esa fiesta donde nos conocimos.  
Siempre es difícil despedirse de esta ciudad, guarda tantos recuerdos bellos, es tan bonita y siempre me dan ganas de quedarme. Podría vivir ahí sin dudarlo, aunque la cosa no es tan fácil. 

En fin, me lleve en recuerdos a todos los que alguna vez me acompañaron ahí, alguna día, espero que se pueda, me gustaría volver con ellos.

14 de mayo de 2013

Kann ich jetzt auf Deutsch schreiben?

Eigentlich ist das die Frage. Vor einem paar Monate habe ich viele neue Leute kennengelernt, die sehr gut Deutsch reden können. Ich frage mich, warum fühle ich mich nicht so ganz sicher mit der Aussprache/Grammatik/und so weiter. Was für Angst habe ich?
Ich wirklich weiß es noch nicht. vergleichen ist nicht eine Möglichkeit aber dafür kann ich nichts tun. Wenn ich jemand treffe, der nur einen Jahr in Deutschland gewohnt hat und besonders redet, bin ein bisschen neidisch und will auch wie ihn/sie sprechen. eine Vertrauensfrage.
Übung macht den Meister, sagt man manchmal. Und bis jetzt hat es für mich etwas gedauert. 

Liebe Grüße aus der kalten Darmstadt.

2 de mayo de 2013

Para mi esposo:

Gracias tesoro,
Por acompañarme en búsqueda de las cosas que me hacen falta. Por estar ahí siempre con tu mejor sonrisa y tu mejor discurso en castellano. 
Por desenvolverte con extraños, siendo que tu tienes tanta gente cercana alrededor. Se que para ti también es bueno reunir este tipo de experiencias, a algunos ya les has tomado algo de simpatía. Y quien sabe que diga el futuro, tal vez algunos se quedaran para mucho tiempo mas.
Ayer me decías  "es tan fácil bromear con latinos". "Se encuentra uno al Matias en la calle y se puede bromear tan fácilmente".
Pero te lo digo: no todos son así. O no todos quieren ser así. Que da lo mismo.
A veces es difícil  porque estamos a la mitad, tu y yo de 28, conociendo a gente que empieza sus 20's o gente que esta llegando a sus 40's. Pero creo que al final la edad no importa, la actitud de la gente si.

Y tu ejemplo querido, me lo llevo para usarlo cuando estoy yo con los tuyos. 
Que no se me olvide, que no se me olvide.