12 de abril de 2010

Adhoc



El otro día, mi mejor amigo me abrió su corazón, lo puso en la mesa tan destrozado de dolor. Fue muy fuerte, he vivido muchas otras confesiones pero jamás una tan sincera como esta y Dios sabe que por algo se dio ese momento, se que algo vino a enseñarme y voy a descubrir exactamente que es.

1 comentario:

José Manuel Contreras P. dijo...

Ke bien que valores,
respetes e interiorices como parte de crecimiento, cuando alguien te regala abrirse contigo.

De entrada, porque eres alguien en quien confiar.

Cuida esos sentimientos que te compartieron.

Bendiciones!