26 de octubre de 2006

Entre hostales, camiones y ciudades coloniales...


Es algo explicable, la sensación al entrar al Palacio de Gobierno de Guadalajara y ver que el Hidalgo con ojos de locura pintado por Clemente Orozco no era del tamaño de una pared como lo daba a entender el libro de primaria sobre la historia de México que solían dar, sino un grupo de murales que miden mas de 4oomts cuadrados. El corazón se me emociono tanto que casi se me sale. Museos, callejones, un zocalo inmenso, centros historicos de cuatro ciudades que no se acaban de conocer en varios dias, fonditas, pleitos, modus vivendi, gente nueva y amable, un festival internacional de cine, folklore en su maxima expresión, plazuelas, arte, historia mucha historia, familias lejanas, antros, un cervantino como con un millon de personas que no sabía d donde salían esos rios de gente. Fue un viaje impresionante; camine hasta que mis piernas me lo trataron d impedir y no dormi, pues el tiempo era oro molido para conocer todo lo que alcanzara el recorrido. Todavía no termino de aterrizar, aun tengo la sensación de ir subiendo el avion de regreso y comenzar a ver la lluvia caer.


1 comentario:

Tapiocadas dijo...

Yeah, algo inexplicable.
y ese mechon rojo? haha

estas igualita a tu mama, bueno no e visto a tu papa.